Una de las problemáticas más importantes a las que actualmente nos enfrentamos como sociedad es, indudablemente, el cambio climático. Son muchos los avisos que desde ya hace décadas, nos lanza nuestro planeta: temperaturas inusualmente altas en temporada de invierno, deshielo de los polos, aumento del número de incendios anuales… Y aunque sabemos que como ciudadanos podemos aportar nuestro granito de arena a través de pequeños gestos para revertir esta situación, lo que deberíamos preguntarnos es si las grandes, medianas y pequeñas empresas pueden implementar medidas que impulsen un cambio significativo en la lucha contra el cambio climático.
La respuesta es clara: absolutamente. Existen muchas formas de abordar el problema, pero está claro que la tecnología resulta una herramienta capital en este proceso de transformación hacia un mundo más amable con el medioambiente.
¿Las rutas que realizan los vehículos de transporte de mercancías son las más eficientes?, ¿se puede tener un mayor control sobre la conservación de productos y evitar que grandes cantidades de alimentos acaben desechados?, ¿existe la posibilidad de que las fábricas puedan optimizar el consumo de recursos naturales y reducir la emisión de residuos?
La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso y en los últimos años hemos superado límites que parecían imposibles con tecnologías más disruptivas -y jóvenes- como Internet of Things (IoT), que es una de las opciones que puede aportar mejores resultados ante la meta sostenible: medir el impacto medioambiental de las compañías es clave para implementar acciones que lo reduzcan y la IoT es claramente un facilitador para conseguir el objetivo.
IoT en el sector logístico
Tener controlada en tiempo real la ubicación de todos los vehículos de transporte en situación de reparto es una gran ventaja que aporta a las empresas mucha capacidad de anticipación en escenarios inesperados e impredecibles como desvíos, robos de mercancía o fraudes.
No obstante, esta información también puede aprovecharse para cuestiones que promuevan sostenibilidad: ¿las rutas que siguen mis vehículos son las más eficientes?, ¿puedo determinar nuevos recorridos para reducir los tiempos de distribución y la contaminación que genero? Cambios tan simples como la elección de recorridos alternativos que cuenten con menos semáforos en el trayecto pueden resultar relevantes tanto para la empresa como para el medioambiente en periodos de tiempo no tan largos.
Este tipo de decisiones son habilitadas con tecnología IoT y redes Sigfox, que prestan servicio a través de una red de comunicaciones 0G.
A través de dispositivos de geolocalización ubicados en cada vehículo que emiten coordenadas geográficas a tiempo real y revelan sus ubicaciones de forma periódica, datos que recogidos de manera centralizada permite tener un control acerca de cómo se distribuye la flota en cada momento y la toma de decisiones en cuanto a eficiencia y sostenibilidad.
IoT en el sector retail
Uno de los principales retos a los que se enfrentan las empresas de retail -más concretamente aquellas que comercian con productos alimenticios- es mantener la cadena de frío.
Las razones son evidentes: desechar alimentos no solo significa pérdidas directas para una compañía, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que el desperdicio de alimentos a nivel mundial alcanza las 931 millones de toneladas, significando además entre el 8% y 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
A través de sensores de temperatura la tecnología IoT permite controlar el estado de las cámaras frigoríficas de instalaciones y vehículos que transportan los productos. Una gestión centralizada de los mismos permite no solo detectar situaciones en las que las condiciones de refrigerado no son adecuadas, sino anticiparlas gracias a indicadores adicionales que se obtienen a través del procesamiento de grandes volumetrías de datos y la detección de sinergias entre los distintos tipos que antes eran analizados de manera aislada.
IoT en el sector industrial
El número de empresas que inician el camino hacia la transformación digital aumenta a diario, y el sector industrial es un gran campo por explotar para el Internet of Things.
La tecnología IoT aplicada a la industria persigue que todo lo que sucede dentro de una planta pueda ser medible y capturado por dispositivos físicos -o no-, proporcionando datos accesibles a través de plataformas centralizadas.
Aquí no sólo hablamos de acceder a datos relacionados con la producción, sino que podemos abrir todo el abanico de posibilidades para añadir otros indicadores como el consumo de agua y recursos o los niveles de temperatura y humedad para determinar el nivel de sostenibilidad de la planta y ayuden a hacer ajustes.
En el caso de los entornos industriales las redes de referencia son las redes LoRa, que permiten dar cobertura a la totalidad de una planta industrial a la que conectar una gran cantidad de dispositivos que, además, pueden recibir mensajes -ideal para actuadores que permiten operar sobre la maquinaria-, y cuya duración de la batería (de hasta 10 años) facilita las labores de mantenimiento sobre la flota de dispositivos.
Un gran potencial
El IoT se sustenta en nuevos tipos de redes de comunicación como las ya mencionadas Sigfox y LoRa, cuyas características casan con las necesidades de los casos de uso que hemos comentado: mensajes pequeños a causa de las altas volumetrías de datos, consumos mínimos de batería y alcance y tamaño de la red, etc.
Por otro lado, la nube forma un papel fundamental en el ecosistema IoT y así lo saben empresas como Amazon, Microsoft, Google e IBM, que dentro de su gama de servicios cloud ofrecen soluciones específicas para infraestructuras IoT.
Por tanto, podemos asegurar que el IoT es una tecnología con un potencial inmenso en muchos sentidos, pero en especial para ayudar a las empresas a emprender el camino de la sostenibilidad al permitir un control de variables hasta ahora desconocidas o no integradas de manera total en los principales procesos de las compañías, variables que ahora pueden ser sumadas a los informes de indicadores que determinen el devenir de las empresas.