Actualmente encontramos chatbots y asistentes virtuales en prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas: hablamos e interactuamos con ellos, nos ayudan a planificar nuestros viajes, nos guían en nuestros procesos de compra o de búsqueda de soluciones… Y lo llamativo no es que esto se haya normalizado, sino el ritmo al que se consigue perfeccionarlos para aumentar la calidad y satisfacción en la experiencia de usuario.

A medida que la infraestructura de Inteligencia Artificial mejora y se democratiza, comienza a ser común que interactuemos con ella de forma natural por dos razones: el usuario encuentra las respuestas que necesita y las empresas, a través de ella, son más eficientes y mejoran su servicio al cliente gracias a una ampliación de horarios de atención y la capacidad que esta tecnología tiene para contestar cuestiones que en realidad no necesitan de inteligencia humana, eso sí, respaldándose en ella siempre que sea necesario.

En el caso del sector inmobiliario, esta tecnología está revolucionando la forma en la que se compra, vende o alquila una vivienda al transformar formularios, llamadas telefónicas o correos electrónicos en experiencias rápidas e interactivas.

Pongamos un ejemplo: un usuario que busca una vivienda o un vendedor con intención de vender su propiedad visita nuestro portal inmobiliario. Ambos buscan respuestas rápidas, pero cuando el actor es un agente inmobiliario, de forma natural y por simple lógica del negocio atenderá a sus objetivos de ventas buscando siempre cerrar los acuerdos de la forma más eficaz.

Como en cualquier ámbito comercial, para tener conversión es fundamental contar con un número suficiente de leads que asegure un porcentaje de ventas sobre prospects que además haga crecer nuestro negocio. Es aquí donde llegamos a la conclusión de que los chatbots y asistentes virtuales orientados al sector inmobiliario pueden convertirse en un magnífico “embudo de ventas”.

En este proceso de generación de leads donde entran en juego una gran cantidad de variables, se necesita tiempo para analizar qué tienen que ofrecer los agentes inmobiliarios y qué está buscando el cliente. En este contexto, hay al menos 9 razones por las que los chatbots en el sector inmobiliario tienden a acercarse al éxito:

1. Interacción en tiempo real

Un usuario que busca alquilar, comprar o vender una vivienda, normalmente necesita rapidez y eficacia, y un asistente virtual puede dar respuesta a sus preguntas de forma inmediata.

2. Disponible 24×7

Los agentes inmobiliarios son personas que cumplen con un horario laboral acorde con la legislación del país donde la empresa se encuentre activa. Sin embargo, un chatbot puede estar disponible las 24 horas del día los 365 días del año, y por tanto las consultas pueden abordarse fuera del horario de atención habitual.

3. Atención personalizada

Cada usuario tiene necesidades distintas a la hora de seleccionar el tipo de propiedad que les interesa, y gracias al avance de la Inteligencia Artificial los asistentes virtuales tienen la capacidad de sondear al visitante a través de determinadas preguntas.

Evitando los métodos tradicionales de recopilación de información (formularios) que puedan provocar que el usuario abandone el proceso, el chatbot ofrece información rápida y relevante de manera interactiva mientras recoge información en tiempo real sobre las preferencias del usuario facilitando su perfilado y las siguientes fases de venta.

4. Gestión del tiempo como palanca de la venta

En un primer filtrado, el chatbot como agente inmobiliario afinará la preguntas al usuario sin la intervención humana. Así, el equipo de ventas podrá poner el foco en una base de clientes potenciales mucho más filtrada y cualificada que ahorrará tiempo y esfuerzo, y producirá un mayor porcentaje de conversión.

5. Historia de la interacción

Un chatbot permite mantener un registro histórico de todas las conversaciones que ha mantenido con un cliente.

Esos datos, que en un proceso tradicional se perderían, pueden tratarse para extraer de ellos información general sobre tendencias, preferencias, presupuesto, área geográfica, etc. o incluso de forma individual para obtener más información sobre un cliente particular que nos ayude en el proceso de venta.

6. Visitas programadas

En la conversación con el cliente el asistente virtual puede programar una visita en la agenda del comercial y encargarse de presentar al cliente y al agente inmobiliario.

Una vez concretada la cita, el chatbot aporta al agente inmobiliario toda la información que ha obtenido en el proceso para que el equipo de ventas tome el control conociendo datos importantes e intereses sobre el cliente.

7. Inmuebles en 360º grados

El chatbot puede ser dotado de múltiples herramientas de interacción: puede presentar información, puede enviar mails… o incluso realizar un recorrido virtual a un inmueble a través de soluciones de realidad virtual para despertar el interés del cliente; si éste pide una visita presencial su interés se hace evidente y tendrá muchas mas posibilidades de producir una conversión.

Estas siete razones son bastante obvias, pero es que estos pequeños amigos virtuales tienen todavía más capacidades que pueden ayudar a tu negocio:

• No solo operan desde un portal inmobiliario, también pueden hacerlo desde otras plataformas y canales online como WhatsApp, Facebook o Skype.
• Pueden ayudar a obtener información adicional a la propia de la conversación con el cliente, como su ubicación a través de la IP, desde qué página se llegó al chatbot, o si lo ha hecho a través de un banner o un anuncio.
• Los asistentes virtuales pueden ser programados en múltiples idiomas para ampliar la capacidad de acceso al mercado de una empresa, sobre todo en ubicaciones con afluencia de clientes extranjeros.
• Los chatbots en el sector inmobiliario recopilan información y alimentan directamente el CRM sin necesidad de intervención humana.

En Avantgarde IT tenemos mucha experiencia en esta tecnología, en particular en su aplicación a procesos comerciales inmobiliarios tanto en venta como en alquiler y en procesos de gestión de incidencias en la gestión de la relación con los inquilinos, en grandes empresas del sector.

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