La Inteligencia Artificial no deja de transformar el mundo y el sector sanitario es un buen ejemplo de cómo esta tecnología puede marcar un antes y un después en la forma en la que lo conocemos. Aunque las aplicaciones que la Inteligencia Artificial puede tener dentro del contexto de la salud todavía están en una etapa temprana, los chatbots llevan un tiempo demostrando un gran potencial de mejora en la atención sanitaria.
Estos programas de conversación automatizados ya ayudan a pacientes a obtener respuestas a preguntas simples, a proporcionar información acerca de medicamentos o a programar citas, y aunque es evidente que una Inteligencia Artificial todavía está muy lejos de sustituir a los profesionales del sector sanitario, los chatbots resultan ser una gran herramienta en la que apoyarse cuando el sistema sanitario se encuentre saturado.
Chatbots que gestionan citas y resuelven dudas
Los chatbots para la salud, también conocidos como «healthbots», son capaces de ofrecer diálogos inteligentes que aportan información de valor, fiable y veraz mejorando la experiencia del paciente ofreciendo la posibilidad acceder a una base de conocimiento para resolver dudas o consultas y realizar gestiones relacionadas con su enfermedad o tratamiento.
Así, la automatización de procesos también puede aplicarse a la solicitud, modificación o cancelación de citas y consultas médicas mediante tecnologías de robotización como DialogFlow, que permiten mantener un servicio al que es posible acceder a cualquier día y ahora, desde cualquier lugar y de forma sencilla a través de dispositivos o aplicaciones de uso cotidiano como WhatsApp.
Un paso más allá
A medida que los chatbots se vuelven más sofisticados no solo se ocupan de tareas más «sencillas» como la gestión de citas o la recopilación de información relevante sobre el paciente y sus síntomas para después trasladarlas a un sanitario. Algunos estudios han revelado que los chatbots también pueden mejorar la adherencia de los pacientes al tratamiento, donde los usuarios que utilizaron esta tecnología para el tratamiento de la diabetes tipo 2 mostraron un mejor control del tratamiento y una reducción en los niveles de glucosa en sangre. Otras investigaciones demuestran que los chatbots también pueden llegar a elaborar diagnósticos.
Es el caso de chatbots destinados a detectar enfermedades como la depresión o trastornos relacionados con la salud mental como la ansiedad generalizada. Woebot o Ellie son dos buenos ejemplos de como una Inteligencia Artificial interactúa con un paciente, reúne información sobre su sintomatología y realiza un diagnóstico.
Las cifras impresionan, en 2018 investigadores de la Universidad de Harvard y de Boston Children’s Hospital realizaron una investigación donde utilizaron el chatbot Woebot para diagnosticar la depresión en niños y adolescentes con una precisión para detectarla del 87%.
Por otro lado, Ellie fue capaz de detectar el trastorno de ansiedad con un acierto del 80% gracias a su capacidad de escanear el tono de voz de los pacientes y sus movimientos faciales y corporales para encontrar la forma más empática de interactuar con ellos.
¿Sustituirán los chatbots a los profesionales del sector sanitario?
Aunque la Inteligencia Artificial avanza rápidamente y exista una creencia popular de que en unos años los robots serán algo todavía más cotidiano en nuestro día a día, debemos ver a esta tecnología como una oportunidad del sector para conseguir reducir costes y mejorar la calidad del servicio, no como un sustituto inmediato de los sanitarios.
Las labores de administración y gestión, la prestación del servicio e incluso la investigación y desarrollo pueden ser mucho más eficientes gracias a los chatbots, que pueden estar capacitados incluso para el diagnóstico y la personalización del tratamiento de los pacientes.
Por ello, la colaboración entre chatbot y sanitario puede ser una potente arma para proporcionar una atención más eficiente en la que el asistente conversacional se encargue de todo el proceso previo de recopilar información sobre el paciente y su sintomatología para trasladárselo a un experto.